LA IMPORTANCIA DE UN BUEN LOGOTIPO

Cuando se crea una empresa, lo primero que el mundo conoce es el logotipo de marca. Esto es fundamental, ya que prácticamente aparecerá asociado en cualquier elemento impreso o digital en el que se requiera marcar de forma visual quién es esta empresa. Aunque lo cierto es que el logotipo de una marca va mucho más allá de todo esto.

Es un elemento fundamental que la marca debe retroalimentar continuamente y cuidar de forma recurrente. Tener un buen logotipo es uno de los aspectos más básicos, ya que nos enfrentaremos a usos y aplicaciones muy variados.

Un elemento memorable.

El elemento que recuerdan los consumidores de forma más habitual es el logo de la marca. Las empresas los exponen, posicionan y los representan continuamente creando así una especie de ruido de fondo que el consumidor percibe en todo momento.

Objetivo: transmitir los valores de la marca.

El logotipo de marca permite a las empresas decir mucho sobre ellas, quien son y que les importa en un par de trazos. Un logotipo es el elemento clave que permite construir la identidad de la marca y que ayuda a estas a lograr que los consumidores comprendan cuáles son sus valores y qué es lo que realmente importa a la firma. Hay otros elementos que nos ayudan a comunicar valores, tales como los colores corporativos, estos son el “core” de la marca, es tal, que muchas compañías están en continuo cambio buscando simplemente la percepción de la marca. Por ejemplo, el caso McDonalds, que está modificando el uso que hace de los colores para hacer que los consumidores empiecen a verla como una firma mucho más sana y saludable.

Más allá de la simple imagen.

Más allá de la simple imagen los consumidores leen el logotipo de marca a un nivel mucho más subconsciente. El cerebro lee significados “subterráneos” en el logo y, de forma no racional, la imagen permite establecer ciertas ideas y ciertos puntos ante el consumidor.

Un reciente estudio de las universidades de Oregon y Cincinati señalaba que los consumidores modifican su percepción sobre lo ética o poco ética que es una compañía por cómo es su logo. Los colores que la compañía utiliza para establecer su identidad de marca modifican cómo el consumidor ve lo que tiene delante. Un logo rojo, por ejemplo, hace que los consumidores vean a la marca como mucho menos ecológicamente responsable.

Cada vez son más usados

Los logos son cada vez más importantes en un mundo en el que las marcas están más presentes que nunca en más y más escenarios y en el que tienen que ser capaces de lograr ser reconocidas en menos tiempo. Los consumidores viven en un mundo en el que cada vez reciben más estímulos, en el que los mensajes se acumulan y en el que las ventanas de atención son cada vez inferiores y en el que cada vez se analiza de forma más superficial lo que se está viendo para tomar decisiones y para determinar a qué se presta y no se presta atención.

En el mundo de las redes sociales, las marcas necesitan llamar la atención del consumidor y ser reconocidas de forma instantánea por quien está viendo un feed casi infinito de contenidos. En ese entorno, el logo se ha convertido en un pasaporte casi instantáneo para el reconocimiento y en uno de los que las marcas emplean de forma recurrente. La imagen que las identifica en sus perfiles sociales es su logo y la que los hace destacar en medio de los inmensos feeds de noticias es justamente su logo.

Un buen logo resulta casi inmortal.

A todos estos puntos se debe sumar otro elemento: un buen logo, uno creado con esmero y que logra cuajar con los consumidores, tiene una vida muy larga y se convierte en un elemento casi permanente de la identidad de la marca. Los buenos logos son por tanto prácticamente inmortales, uno de los elementos que permanecen sin cambios en un entorno en el que los cambios son la norma.


Linkedin